Las grandes marcas como Coca Cola, conocen perfectamente las estrategias a la hora de accionar contra sus oponentes. Coca Cola lo tiene claro, pero hubo una vez en que conceptos como “Nuevo o “Mejorado” no sirvieron del todo.
Sabemos que en marketing existen conceptos poderosos y que los creativos saben aprovecharlos perfectamente. “Nuevo” o “Mejorado” son palabras que hablan por sí solas y los negocios adoran utilizar.
Coca Cola es la marca más grande del mundo. Eso no puede dudarlo nadie. Su éxito depende en algo esencial: la receta secreta de su bebida original. Cuando la compra estás comprando un ícono cultural.
Pero hubo un momento en que una rivalidad intensa llevó a los responsables a olvidar eso y a tomar una pésima decisión.
En abril de 1985, convocó a la prensa para hacer un importante anuncio. La expectativa era que cualquier cosa que la firma hiciera sería una jugada inteligente. El presidente de la compañía, Roberto Goizueta, reveló el secreto. «Voy a ir directo al grano. El mejor refresco, Coca Cola, ahora será aún mejor. En pocas palabras, tenemos una nueva fórmula». Por un segundo, hubo silencio.
«Coca-Cola representa a Estados Unidos y fue como decir: ‘Hemos decidido cambiar la bandera y poner las estrellas en otro lugar'», le contó a la BBC la periodista del New York Times Pamela Hollie.
¿Qué pasó?
Las bebidas de cola fueron inventadas en el siglo XIX. En poco tiempo, Coca Cola y Pepsi se convirtieron en archirrivales, pero en la Segunda Guerra Mundial, Coca Cola estableció su supremacía.
El gobierno de EE.UU. le pidió a Coca Cola que le proporcionara bebidas a las tropas. Tuvieron 64 plantas embotelladoras portátiles que acompañaban al ejército. Cuando los soldados se fueron, Coca Cola se quedó y adquirió una dimensión global.
Superaban a Pepsi Cola por márgenes de dos o tres a uno.
En los años 70, cansado de quedarse atrás, a Pepsi se le ocurrió un golpe maestro de marketing: su famoso «Desafío Pepsi», una prueba de sabor ciega que mostraba que, si no sabían cuál estaban tomando, más clientes preferían el sabor más dulce de Pepsi.
Coca Cola seguía siendo el refresco más vendido del mundo, pero se puso nervioso al ver a Pepsi pisándole los talones. Los ejecutivos se convencieron de que el sabor de su producto era el problema, por lo que se propusieron desarrollar un nuevo sabor de cola que derrotaría a Pepsi en una cata a ciegas.
Eso fue lo que llevó al inexplicable anuncio ese día de 1985. Sorprendentemente, no solo se cambió el sabor, sino que el envase a familiar, original y conocida ya no se produciría ni vendería.
Los bebedores leales de Coca Cola se horrorizaron y organizaron ruidosas campañas contra la nueva bebida. Hubo protestas en las calles de ciudades estadounidenses. La presión fue tal que los ejecutivos de Coca Cola revisaron su investigación de mercado y se dieron cuenta de que habían cometido un error fundamental.
La prueba del gusto ciego no tuvo en cuenta todas las asociaciones de marca y la lealtad con el producto en el mundo real. A la gente no solo le gustaba la Coca Cola por su sabor, sino por lo que representaba. Luego de solo 79 días, Coca Cola revocó su decisión y anunció que volvería a producir la receta original.